La Delegada Presidencial de la Región de Antofagasta, Karen Behrens Navarrete, fue la encargada de presentar la primera exposición en el marco del V Seminario “Resolución 1.325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: Mujer, Paz y Seguridad” que tiene entre sus objetivos, realizar un balance hacia lo que será el tercer Plan de Acción Nacional en esta materia, cuya jornada inaugural se desarrolló en el auditorio de la Municipalidad de Antofagasta.
La actividad, que se extenderá hasta el viernes 12 de agosto, es coordinada por la Policía de Investigaciones y en la región, presidida por el prefecto Inspector Hernán Solís Catalán, Jefe Regional de Antofagasta. En ella participan integrantes de las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas, Carabineros, Gendarmería y organizaciones sociales ligadas a estas temáticas, siendo algunos de sus objetivos, concientizar en materias de género y en otro nivel, aumentar la participación femenina en Operaciones de Paz en las que participa nuestro país.
La autoridad regional expuso por una parte, sobre la agenda de Mujer, Paz y Seguridad que se comenzó a construir de la aprobación por unanimidad en Naciones unidas, el 31 de octubre de 2000, de la resolución 1.325, aunque el grueso de su ponencia se centró en la participación de las mujeres en los niveles de decisión, materia en la que si bien ha habido progresos en las últimas décadas, todavía queda mucho por avanzar para lograr real y efectiva participación paritaria, con equidad y en igualdad de condiciones, destacando en este aspecto, el feminismo y la perspectiva de género como dos de los grandes pilares del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, contando su propia experiencia personal como abogada y autoridad y los escollos que hasta hoy, debe enfrentar.
La Delegada Karen Behrens aseveró que “para la implementación exitosa de políticas de género es necesaria la posibilidad de que esta sea acogida por la realidad social, en caso contrario estas pueden ser entendidas como fuentes de inequidad. Los casos en que la agenda de igualdad no ha sido adoptada ampliamente tienen como factor común, pero no único, la ausencia de la convergencia civil y militar. Por tanto, más que la resistencia al cambio en las fuerzas militares, hay resistencia en las sociedades que perpetúan desigualdades. Entonces, no siempre el esfuerzo político va a dar un resultado querido, pero en ningún caso las oportunidades se darán de manera significativas en la realidad sin el impulso de políticas públicas de género”.
Desde este lunes y hasta el viernes, los expositores invitados de diversas áreas tanto policiales como políticas y del ámbito de la justicia, incluyendo ponencias de la Seremi de Sernameg Paulina Larrondo y la Fisca Jefa de Mejillones, Cecilia González, trataran temas como el marco jurídico internacional, mantenimiento de la paz, cambio organizacional en materias de género, la acción nacional para implementar en el país la Resolución 1.325, respeto por la diversidad y el enfoque en la violencia de género, entre otros.
La Resolución 1.325 es el primer documento en ponderar el impacto de conflictos armados en el segmento femenino de la población. En principio, esta no sería de carácter vinculante, pero de manera indirecta se termina siéndolo a través de la costumbre y ciertos tratados internacionales.
Esta resolución nace por la necesidad de reconocer, en primer lugar, que las formas de victimización de las mujeres e infancias en contextos de violencia, conflictos armados y post conflicto, tienen un impacto desproporcionadamente mayor a diferencia del género masculino, especialmente porque se les castiga por medio de la violencia de género: esclavitud, explotación y violencia sexual, matrimonio forzado, consideradas como botín de guerra, entre otras. Por otra parte, la resolución también reconoce que las mujeres son actoras relevantes en el plano de la Seguridad Internacional: su papel está en la prevención y resolución de estos conflictos para lograr una paz duradera y construir sociedades más justas e igualitarias.
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